12 dic 2015

EL CLUB DE LOS MILLEROS (Diario Clarín del 12/12/2015)





El “Club de los Milleros” se agranda por el sueño de viajar sin pagar

En 2015 los canjes de puntos por pasajes crecieron 40%. Aerolíneas y Lan emitieron 300 mil tickets de esta forma.
Es un cálculo digno de un matemático y requiere la paciencia de un yogui. 
Pero los que logran juntar ambas cosas pueden llegar a la panacea del turista: viajar gratis. 
Algunos, los mas metódicos, hasta pueden convertirlo en su trabajo.
En el mundo de los aeropuertos se los conoce como “milleros”. 
Son los que dedican horas a examinar los programas con que aerolíneas y tarjetas de crédito premian la fidelidad de sus clientes.
 Y son cada vez más.
 En 2015 la cantidad de canjes de puntos por pasajes creció un 40% respecto del año anterior, según datos del sector. 
Sólo Aerolíneas Argentinas y Lan emitieron más de 300.000 tickets de esta manera.
Vinny Vasquez es venezolano. Tiene 30 años y comenzó a viajar en forma más o menos frecuente en 2012.
 Después de dar dos vueltas al mundo y convertirse en el asesor de varios amigos, se dio cuenta que delante tenía un gran negocio: cobrar por sus consejos para seguir viajando.
 Así abrió su página ‘usatusmillas.com’, donde se dedica a armar planes “milleros”, desde el ejecutivo que quiere aprovechar los pasajes de trabajo para las vacaciones o la familia que junta para ir a Disney.
 “Muy poca gente lee la ‘letra chica’. 
Y los agentes de viajes no obtienen ningún beneficio extra por compartirlas. 
Les toma más tiempo y al no cambiar el valor del boleto no se incrementa su comisión”.
El neoyorquino Ben Schlappig tenía 13 años cuando descubrió el sitio Flyer Talk, la meca de los milleros. 
Hoy, a los 25, se convirtió en una estrella de las millas y es el dueño de una de las páginas de asesoramiento más reconocidas. 
Schlapping tiene 25 años y hace un año y medio que vive de avión en avión con un promedio de unas seis horas diarias en el aire. 
Viaja en business y cuando está en tierra se aloja en hoteles de primera categoría.
 Pero no es millonario.
 Lo que tiene son 40 tarjetas de crédito y la obsesión por encontrar las “grietas” del sistema que le permitan seguir viajando. 
“Los aviones son mi dormitorio y mi cuarto de juegos”, dijo en un reportaje a Rolling Stone.
Fue a principios de los 80, cuando en Estados Unidos se desreguló el transporte aéreo, que las aerolíneas lanzaron sus programas de fidelidad para retener clientes en un mercado cada vez más competitivo. En Argentina, solo la empresa Lan tiene 2,2 millones de socios de su programa LANPASS y cada año unas 150 mil personas aproximadamente consiguen pasajes gratis canjeando sus millas.
 Por eso, con el acuerdo con otras compañías, Lan busca atrapar también a esos milleros que van tras la acumulación de kilómetros.
Vietnam, Grecia, Hungría, Estambul.

 La lista de ciudades que Mónica Mariña Fahler visitó en sus 62 años es tan larga que decidió abrir su blog (dejarhuella.com) para contar sus viajes.
 Mónica es otra de las que muestra con orgullo que ya dio la vuelta al mundo de la mano de las millas: “No es una ‘misión imposible’ pero si hay que ser organizado y laborioso, ya que las millas pueden obtenerse de diferentes formas.
 La más frecuente, es la de poseer una tarjeta de crédito que ofrezcan millas con alguna línea aérea”, cuenta.
Andrés Morell, diseñador y millero, agrega: “Los sistema informáticos que utilizan las aerolíneas son muy viejos y a veces provocan fallas en el costo del pasaje. 

Hay blogs que toman nota de estos errores y los brindan al público.
 Por supuesto que duran horas o menos”. 
La tarea de juntar millas es tan compleja que hasta existen seminarios y congresos “milleros”. 
Las entradas pueden costar hasta 250 dólares. 
Allí, por ejemplo, les explican como desentrañar el IATA (la Asociación Internacional de Transporte Aéreo) que es como desentrañar la matrix de las reservas de vuelos. 
Es que ser millero, también requiere algo de hacker.