HISTORIA DE VIDA :lago Llanquihe (Frutillar/Puerto Varas)
La convivencia en armonía de la naturaleza, la paz
de la montaña, el sonido del agua de los arroyos, corriendo con fuerza y
saltando de piedra en piedra hacia los lagos espejados
El colorido de los “chilcos” o Aljabas, las matas
amarillas de las retamas…el colorido de los “chochos” o “lupinos”
Nos acompañan en este viaje entre Argentina y Chile
La naturaleza no conoce de “limites”, por eso
transitamos caminos similares en ambos lados de la cordillera
Con la idea de pasar unos días de descanso en Puerto
Varas (Chile), salimos de San Martín de los Andes
Tomamos el viaje con mucha calma ya que la idea era
disfrutar de todo lo que el paisaje nos ofrecía, deteniéndonos toda vez que
algo llamara nuestra atención
Llegamos a Puerto Octay
Recorrimos un poco de la pequeña ciudad
Fuimos hasta lo alto de un acantilado donde se encontraba un pequeño
cementerio
y recorrimos el lugar
Sacamos fotos de algunas enormes casas
que sin duda
vieron tiempos mejores
y que me encantaría que algún estamento Público o
Privado las mejoraran , las conservaran … no permitieran que terminaran
desapareciendo
Esas casas forman parte del patrimonio cultural de
la ciudad y la región
Desde allí
bordeando el enorme Lago Llanquihue (que algunos llaman mar interior), llegamos
a otra población denominada “Frutillar”
Dejamos la carretera 5 sur y nos adentramos por un camino
de tierra, casi una huella
Comenzamos a ver de tanto en tanto Iglesias de
madera muy pequeñas, pero bonitas y vimos que eran del culto Luterano (eso
llamó nuestra atención)
De repente bellas casa de madera se encontraban en
el camino
Algunas en excelente estado de conservación y en
otros casos se veían que habían tenido mejores épocas.
Ahora se encontraban derruidas y con falta de
mantenimiento
La Arquitectura que veíamos nos hacía pensar que no
habían sido chilenos lo que las habían construido, ya que conocemos bastante la
diferencia entre unas y otras construcciones
Estas casas sin duda habían sido construidas por europeos
Algo sabíamos Norberto y yo de la inmigración
alemana en estas tierras, pero contábamos con muy pocos datos hasta ese momento
Al continuar en el camino, una construcción muy grande
al borde del lago llamo nuestra atención, porque se diferenciaba de las demás
Nos desviamos y llegamos hasta la casa, con el fin
de admirarla en detalle
Daba la impresión que no había nadie, por lo que me
bajé del auto para sacarle algunas fotos
De repente un Sr muy gentil se nos acercó para preguntarnos,
si necesitábamos algo…
Le contamos que estábamos de paseo y que esta casa
nos había llamado mucho la atención desde el camino y que por eso estábamos sacando
fotos
Nos disculpamos con él y estábamos por reiniciar
nuestro camino, cuando se acerca y nos dice que él es el dueño
Que en realidad esa casa pertenecía a su familia
alemana y que él mismo había nacido allí
Sería un hombre de unos 70 años, muy alto y muy
amable
Afortunadamente le caímos bien y nos invitó a pasar
Yo no cabía en mí de la alegría!
Encantados nos introdujimos en la casa
Primero pasamos por un hermoso lugar, que en algún
tiempo había sido “una galería” abierta de la casa, pero debido al frío del
lugar lo habían cerrado con ventanas y ahora
había allí muchas hermosas plantas y algunos sillones para sentarse allí y ver el
paisaje o tejer
Si de afuera era hermosa, cuanto más lo era por
dentro
Los detalles de sus pisos, sus muebles, la escalera (realizada
en una sola pieza y se mantenía intacta a través de los años)
Había muchos cuartos…
Ebert… así se llama el Sr, nos contó que en un
principio la familia era muy grande
Que allí se había criado con muchos hermanos
Ahora muchos de esos cuartos estaban cerrados ya que
nadie los usaba, la casa estaba habitada en este momento solo por dos personas
Por lo que una parte pequeña de la casa estaba en uso,
el resto lo cerraban para poder aprovechar mejor la calefacción
La casa tiene mucho más de 100 años
Sus paredes estaban forradas de bella madera y con
un poquito apenas de imaginación podíamos “entrever” la casa en sus días de esplendor
Nos contaba de las grandes fiestas que se hacían en
el lugar y aún quedaban muestras de ello en las paredes, con fotos de la época
y en los muebles y piano que se hallaban en el lugar
El piano tenía a sus lados incorporados al mismo,
dos porta velas de bronce, ya que en esos días no contaban con luz eléctrica y
de esta manera se podía leer la partitura
Al pasar de una estancia a otra, veíamos mesas, sillas tapizadas en bellas telas, aparadores,
adornos
Ebert las destapaba a medida que continuaba con sus
historias (ya que todo se encontraba cubierto con telas blancas para
preservarlas del polvo)
De repente, creo que dejaba de estar allí con
nosotros y él mismo se trasladaba en sus recuerdos a aquellas épocas de su
adolescencia y juventud
Un hermoso vajillero llamo mi atención…
Ebert nos contó que toda esa vajilla había sido traída
por sus abuelos desde Alemania
Muchas de las cosas habían sido traídas por su
familia desde Alemania
Pero nos
contaba que con ellos habían venido también carpinteros, ebanistas, albañiles,
con el fin de construir aquí las casas de los colonos y por supuesto también
muchos de los muebles
La casa había sido levantada por sus abuelos,
que
con un gran grupo de alemanes habían adquirido parcelas para vivir y trabajar,
junto al Lago Llanquihue a principios del siglo XIX
Nos narró su propia historia y las de sus vecinos,
mientras nos convidaba con una cerveza que él mismo había hecho
Nos decía que estas casas son denominadas CASAS
PATRONALES
Nos contaba que aún se conservan muchas de ellas en
pie, pero no todas se hallan en óptimas condiciones
Que algunas ya desaparecieron, que otras las han convertido
en Bed and Breakfast y que quedan pocas habitadas por los descendientes de los
primitivos dueños
Como era su caso, por ejemplo
Muchas veces puso de manifiesto que estas tierras no
habían sido “regaladas por el gobierno chileno “sino que habían sido vendidas
por el gobierno a los colonos que quisieran comprarlas
Nos mostró los títulos de propiedad que tenía guardados
celosamente
En ese mismo momento no comprendí porque hacía tanto
hincapié en la compra de las tierras y en mostrarnos el título de propiedad
Recién con el paso de los meses, entendí, debido a
que hubo en Chile hechos terribles donde algunos Mapuches reclamaban estas
tierras como propias y llegaron en algún caso a prender fuego a las casas de
estos descendientes de Colonos alemanes y hubo muertes y enfrentamientos
armados
Continuando con la historia…
Nos mostró un cuadro con un árbol genealógico,
perteneciente a su familia
y luego desenrolló con mucho cuidado un gran mapa de
hule azul,
confeccionado por su tío con mucho detalle y esmero en donde
constaban el apellido y la parcela de tierra que le correspondía a cada familia
de colonos
El mapa databa de principios del siglo XX
Mientras la tarde caía y decidíamos emprender el
viaje hacia el destino final que era Puerto Varas, agradecimos a Ebert, la amabilidad
con que nos había tratado, la confianza y la gentileza con que nos recibió en
su casa
Le agradecimos tanto toda la información que nos
brindo y nos sentimos muy afortunados y dichosos por la experiencia vivida
Habíamos “crecido” un poco más esa tarde
Saludamos a Ebert, prometimos regresar algún día y
mientras terminábamos de recorrer ese camino, veíamos a uno y otro lado “las
casas Patronales”…
Ahora conocíamos un poco más de sus historias
Historias que cada una de ellas guarda con celo
Así como la guarda la casa de Ebert
Comentábamos con Norber que esta estancia en
Frutillar había despertado nuestras ansias de conocer un poco más de esta
historia que ignorábamos
Nuestra avidez por el conocimiento no tiene límite
así que solo fue llegar a destino y comenzamos a buscar sobre la historia de
aquella época en Chile
Queríamos saber porque el Gobierno Chileno vendía la
tierra a familias alemanas
Teníamos muchas preguntas y pocas respuestas…
En esta búsqueda nos enteramos que el origen de la
inmigración alemana en el sur de Chile, se remonta a la denominada “LEY DE
INMIGRACIÓN SELECTIVA” de 1845
Tenía como objetivo atraer a profesionales y
artesanos para poblar la zona de Chile entre Valdivia y Puerto Montt
Esta labor fue encomendada a Vicente Pérez Rosales,
por mandato del presidente del País Sr. Bulnes
La mayoría de los colonos alemanes arribaron al
Puerto de Corral (en Valdivia) en 1850
Fueron luego más de 30000 los que arribaron desde
esa fecha hasta 1930
La idea del gobierno chileno era ejercer dominio
efectivo sobre el territorio nacional
La penosa situación política y económica que
atravesaba Europa (especialmente Alemania), ayudó al éxito de la misión
Entre 1848 y 1849 se produjo en Alemania una revolución
con el fin de construir la anhelada República, pero al perderse esta batalla,
quedaban en poder y dominio Prusiano
Esto desilusionó mucho a la población que estaba
compuesta por pequeños estados y no como un País
Y fue así que muchos habitantes de Bohemia, Sajonia,
Alsacia, Baviera y Silesia, vieron la posibilidad de emigrar
En el año 1851, arribo el primer grupo a estas
tierras Chilenas.
Este grupo fue uno de los más numerosos y se establecieron
en la “Isla Teja” muy cercana a Valdivia
Entonces Pérez Rosales, comenzó a expandir la región
de Colonización hacia el sur, a la zona del lago Llanquihue
En el año 1853 se conformó “EL TERRITORIO DE LA
COLONIZACIÓN DEL LLANQUIHUE” abarcando el seno del Reloncavi que funciono como
puerto de entrada y como conexión con Chiloé y con Valdivia
El 12 de febrero de 1853 Pérez Rosales funda “MELIPULLI”
(Luego denominado Puerto Montt y Puerto Varas)
Entre Treinta mil y cuarenta mil alemanes llegaron a
la zona, la que se pobló rápidamente
La economía comenzó a desarrollarse basándose en la ganadería,
la industria de la cerveza, cecinas (fiambres) y vidrio
La zona de los Lagos, aun presenta una gran influencia alemana en su arquitectura,
sus comidas, cervezas
Los descendientes de aquellos primeros alemanes rondan
actualmente las Quinientos mil personas
Los alemanes llegaron a estas tierras con la idea de
vivir en libertad y trabajo, comprometiéndose a comportarse como parte del país
que los recibía
La influencia
de estos inmigrantes se vio reflejada en las costumbres populares del país, en
su economía, su industria, su educación y en su culto que conservan hasta
nuestros días
También llegaron alemanes que se establecieron en la
zona de Temuco, Santiago y en las principales zonas comerciales
Algunos libros muy interesantes de leer y que narran
sobre estas historias de vida son:
VIAJES AL FIN DEL MUNDO de DR KLAUS KELLER
FINSTBURCH
VICTORIA (un
bergantín de 31,75 mts de eslora, 8,15 mts de manga, 9,78 mts de calado, y 344 toneladas
de peso, construido en 1852)
En este libro se narra la historia de su viaje a América
y su paso por el Estrecho de Magallanes, en su viaje desde Alemania a Chile en
116 días
Continuaré contando algunas “historias de vida” que
vamos encontrando y buscando en nuestros recorridos por el mundo
Las encontramos a cada paso… solo hay que prestar
atención… y allí están!
Creo que debería agregar antes de finalizar con esta historia, que FRUTILLAR fue fundada por Colonos alemanes que construyeron sus viviendas en las faldas de los cerros aledaños al Lago Llanquihue y otros sobre el mismo lago, se dedicaron siempre a realizar labores agrícolas e industriales como por Ej. Molinos de agua ( que muchos se encuentran aun en actividad), destilerías , curtiembres
Un gran " hito cultural" es EL MUSEO DEL COLONO
Posee un emplazamiento de unas 3 hectáreas con diferentes construcciones en su interior
Entre ellas se encuentran , una casona de campo, la casa del herrero,el campanario,el molino de agua
Allí puede apreciar el visitante el estilo de vida que llevaban los colonizadores y su historia en la cuenca del Lago Llanquihue
Creo que debería agregar antes de finalizar con esta historia, que FRUTILLAR fue fundada por Colonos alemanes que construyeron sus viviendas en las faldas de los cerros aledaños al Lago Llanquihue y otros sobre el mismo lago, se dedicaron siempre a realizar labores agrícolas e industriales como por Ej. Molinos de agua ( que muchos se encuentran aun en actividad), destilerías , curtiembres
Un gran " hito cultural" es EL MUSEO DEL COLONO
Posee un emplazamiento de unas 3 hectáreas con diferentes construcciones en su interior
Entre ellas se encuentran , una casona de campo, la casa del herrero,el campanario,el molino de agua
Allí puede apreciar el visitante el estilo de vida que llevaban los colonizadores y su historia en la cuenca del Lago Llanquihue