Podemos imaginar
que un tronco hueco de árbol en el cual un enjambre de abejas ha fijado su
domicilio es una ciudad poblada por 30.000 habitantes. La luz penetra por una
ancha abertura que es la puerta de entrada. En esta ciudad, calles
angostas (tres milímetros de ancho) bordean a las casitas de cera en forma de
hexágono que están abiertas en un costado y dispuestas en tal forma que las
abejas, sin perder tiempo, pueden pasar de una calle a otra y trabajar sin
molestarse entre sí.
Todas estas casitas
tienen distintas dimensiones.
Algunas son para el
pueblo, otras para los zánganos, y otras más para las princesas, entre las
cuales se elegirá la futura reina.
Existe también un
cierto número destinado al almacenaje de los huevos y, finalmente, están las
dedicadas a depósito de provisiones, donde se conserva la miel.
►ESQUEMA DE UNA ABEJA Veamos ahora cómo
funcionan los distintos servicios en esta ciudad tan pequeña y tan poblada.
En el interior del
tronco hay aire “acondicionado”, pues en la entrada forman fila las abejas
encargadas de la ventilación; sus alas vibran con tal rapidez que se tornan
invisibles.
La temperatura
externa no influye en la del interior de la colmena, que siempre se mantiene
alrededor de los 250 centígrados.
El servicio de
limpieza es muy esmerado.
Ningún desperdicio
queda en las calles ni en las casas, gracias al trabajo de cepillado al que se
dedican millares de patitas que no cesan de moverse.
Si por casualidad
en la colmena penetra un intruso cuyo peso es demasiado grande para que las
abejas puedan expulsarlo, después de matarlo sin piedad lo envuelven en cera,
para evitar que su descomposición intoxique a la comunidad laboriosa.
Además, diremos que
en ninguna sociedad organizada el servicio de transporte es tan perfecto: las
provisiones de polen, de resma (con la cual hacen la cera)
y de miel están a cargo de las obreras, que las distribuyen no sólo para las
necesidades inmediatas sino también para las futuras.
VUELO NUPCIAL DE LA REINA:
Acompañada por zánganos
se eleva muy alto, hasta llegar a lugares desiertos.
Durante el vuelo
muchos zánganos desaparecen por el cansancio, queda sólo uno quien tiene el
honor de ser su esposo.
Después de las
nupcias la reina vuelve a la colmena donde pone de 2000 a 2500 huevos diarios,
uno por celda.
Cumple de ese modo
su misión, que es la de proporcionar nuevos habitantes a la colmena.
Una vez que ha
puesto un nuevo huevo en cada celda, las obreras depositan el alimento
necesario para la futura abeja.
Ese alimento varía
según la edad y el tipo de larvas.
A las princesas se
le reserva la jalea real.
Al cabo de unos
días, el huevo se abre, la larva comienza a tejer su capullo.
Las nodrizas la
encierran detrás de una puerta de cera.
La entrada a la
colmena está custodiada por otras abejas de los posibles enemigos, como ratas,
lagartijas, avispas, etc.
Los zánganos luego
de su vuelo nupcial son muertos por otras abejas, pues ya han cumplido su
función, y no pueden vivir sin hacer nada.
LOS
HABITANTES DE LA CIUDAD DORADALA SOCIEDAD: REINA, OBRERAS, ZÁNGANOS
En la sociedad de
las abejas, las obreras forman la clase más numerosa, dedicándose a las faenas
más complicadas.
Los únicos
holgazanes son los zánganos que —según
MAETERINCK — sólo tienen incansable la boca, pues su alimentación
requiere la tarea de cinco o seis obreras.
En cuanto a la reina, paga su
soberanía con un largo y penoso cautiverio.
Al final de sus
nupcias comienza a poner una cantidad increíble de huevos (cresa), que
producirán nuevas obreras, nuevos zánganos glotones y nuevas princesas.
Los huevos no
presentan ninguna diferencia visible, pero, una vez terminada la metamorfosis, los
individuos nacidos no son idénticos.
Según la celdilla o
el alvéolo en el que el huevo ha sido puesto y las sustancias con que se alimentan
las larvas, nacerán obreras, zánganos o una futura reina.
Por lo tanto, los
nacimientos se regulan de acuerdo con las necesidades de la comunidad.
Parece que
las obreras son las que
deciden, y ellas guían a la reina cuando ésta se dirige a cada alvéolo para
depositar los huevos.
En cada colmena
vive una madre, a la que llamamos Reina y cuyo único trabajo consiste
en poner huevos.
Ella es la
responsable del crecimiento de la familia, porque de cada huevo que ella pone
nace una abejita que puede ser obrera o zángano.
Cumplida esta
operación, las nodrizas colocan en la celdilla la cantidad de miel necesaria
para la alimentación de la futura abeja.
Al cabo de tres
días, sale del huevo una pequeña oruga blanca: la larva, que necesita de cuatro
a seis días para ocupar totalmente la capacidad del alvéolo.
Deja entonces de
alimentarse e hila un capullo minúsculo; las nodrizas, más atentas que nunca,
cierran herméticamente la celdilla con una capa de cera, que es de forma
convexa para los zánganos, mientras que para la reina es muy espesa y
misteriosamente labrada.
► LA METAMORIFOSIS
La transformación
de huevo a insecto perfecto dura veinte días para las obreras, veintiséis para
los zánganos y sólo doce para las princesas.
Pero éstas no
pueden salir inmediatamente del alvéolo, pues sus nodrizas las retienen
cautivas durante seis o siete días más.
El nacimiento de
las obreras y de los zánganos es silencioso; por el contrario, cuando nace una
princesa emite un sonido característico, al que responde inmediatamente la
reina con otro sonido peculiar.
Este dúo, según los
especialistas, sería una manifestación de desafío y ambición de una parte, y de
duda y temor por la otra.
A menudo es el
prólogo de espantosas tragedias.
Se lo llama “el dúo
de las reinas
La obrera nace
provista de sus instrumentos de trabajo. La mandíbula y la lengüeta le sirven
de sierra, de gancho, de barrena, de tenaza, de espátula, según el trabajo que
deba realizar.
En la cara externa
de las patas posteriores presenta una cavidad llamada canastillo o cesta.
El primer artejo de
los tarsos —la pieza cuadrada— presenta, en su faz interna, una
especie de cepillo formado de pelos regularmente colocados en bandas
transversales.
La pieza cuadrada y
la pata se articulan entre sí de manera que el insecto las abre y las cierra
como un cuchillo y puede emplearlas como pinza.
Oculto en la
extremidad del abdomen, las obreras tienen un aguijón recto, envuelto en una
especie de vaina; con él inyectan a sus enemigos un veneno segregado por dos
vesículas internas, que resulta mortal para los demás insectos.
El zángano, bastante más
grueso que las obreras, carece de aguijón y sus instrumentos de trabajo son muy
rudimentarios, casi inexistentes. Pero tiene alas robustas, antenas
desarrolladas y un órgano visual muy poderoso.
La reina también
está desprovista de instrumentos de trabajo; es un insecto gracioso,
contrariamente a la reina de las termes que es una bolsa de huevos con cabeza
minúscula.
La abeja posee
cinco ojos: tres simples, colocados en la frente, y dos laterales, compuestos
cada uno por 3.500 facetas.
Es imposible
imaginar qué representa un campo florido para ojos semejantes.
También es difícil
suponer qué impresión origina en las abejas el perfume de las flores.
La antena de una
abeja posee 5.000 cavidades olfativas minúsculas con las que puede descubrir la
presencia de un tilo a un kilómetro de distancia.A la perfección de
sus órganos sensorios, une la abeja una extraordinaria facultad de orientación
LA
DANZA DE LA PRIMAVERA Y DE LA MUERTE
La primera abeja que sale de la
colmena, después del reposo invernal, inspecciona los alrededores en el
transcurso de un vuelo prolongado, para descubrir el polen dorado que es la
esencia misma de la vida para la comunidad.
Regresa luego al
hogar con las cestas de las patas posteriores llenas de polen.
En el acto salen de
su escondite los dos vigías que custodian la entrada, y cruzan sus antenas como
bayonetas para cerciorarse de que la recién llegada pertenece a la comunidad.
Una vez reconocida,
la dejan pasar.
En seguida descarga
su provisión de polen en el depósito y se abandona a la danza para indicar la
llegada de la primavera.
Pero al poco rato
cambia el ritmo: se diría que en esta segunda parte del ballet la abeja indica
a sus compañeras qué dirección deben tomar para encontrar el tesoro.
En efecto, después
de observar un instante la danza, otras abejas dejan la colmena y van
directamente hasta el sitio, a menudo distante, de donde regresó su compañera.
También es
sorprendente el vuelo
nupcial de las abejas, o mejor de la reina y sus pretendientes.
«Todos los días, en
pleno sol, los zánganos se precipitan en busca de la esposa …más real e
imprevista que en cualquier leyenda de princesa inaccesible (citamos al gran
escritor belga MAETERINCK), puesto que veinte tribus,
llegadas de todas las ciudades aledañas, la rodean para formarle un cortejo de
más de mil pretendientes; de todos ellos, uno solo será el elegido, para un
único beso de un minuto, que lo desposará con la muerte y la felicidad al mismo
tiempo, mientras que todos los demás volarán, inútiles, alrededor de los
desposados, y perecerán pronto sin ver nuevamente la aparición prodigiosa y
fatal.” OTRA LEY CRUEL QUE RIGE A LA COMUNIDAD, ES LA
MATANZA DE LAS PRINCESAS.
En el mismo momento
en que la primogénita de la familia real sale de su alvéolo hasta entonces
sellado, la vieja reina se apresta a abandonar la colmena en compañía de
algunos de sus súbditos.
Las damas de honor
la rodean, la embellecen, le alisan las alas, la cepillan, la masajean y la
conducen a una celdilla llena de miel donde podrá recobrar fuerzas.
Después de esto, la
reina recorrerá velozmente la calle real, deteniéndose cada vez -que oiga la
voz de una de las princesas aún encerradas. Sin titubear, entonces, romperá los
sellos y arrancará la cabeza de la infortunada cautiva.
Sigamos ahora al
enjambre que abandonó la colmena.
Llegados hasta el
árbol elegido por las exploradoras, las abejas se suspenden de una rama
formando un racimo, o al borde de una cavidad donde edificarán sus nuevos
panales.
Limpian y cepillan
el hueco del árbol, comenzando luego las productoras de cera su trabajo de
construcción.
Empiezan por
segregar la cera en pequeñas laminillas, a través de los segmentos inferiores
del abdomen.
La mastican, la humedecen
con la lengua y la aplican al techo de la colmena, donde se forma un ladrillito
de cera de doce a quince milímetros de largo, cinco milímetros de altura y dos
milímetros de espesor.
Como las abejas
trabajan en equipo, inmediatamente acuden las escultoras, que son algo más
pequeñas, y comienzan a cavar las celdillas.
Las abejas cereras
siguen añadiendo cera y así se forma el panal vertical.
En cuanto la obra
está bastante avanzada, la reina pone un huevo en cada alvéolo.
Para producir zánganos, las abejas
escultoras hacen celdillas más grandes.
Cuando muere la
reina, las otras abejas no pierden ningún órgano ni queda paralizado ninguno de
sus miembros; sin embargo, al darse cuenta de la catástrofe, todos los trabajos
quedan interrumpidos u olvidados.
Si no se les da
otra reina, se dejarán morir o buscarán otra colmena.
La abeja melífica
tiene muchos enemigos; los principales son el tábano, la avispa y dos o tres
especies de polillas.
Contra los enemigos
de mayor tamaño que ellas, las abejas despliegan recursos muy inteligentes:
levantan barricadas de cera, en las que dejan una abertura por la cual sólo
ellas pueden pasar.
El arte de criar
las abejas, con el lógico fin de obtener la miel, se llama apicultura.
►LA
ABEJA REINA:
La reina de las abejas es un insecto que puede llegar a vivir de 4 a 5
años; sin embargo, su reinado y su vigor se limitan a 2 ó 3 años.
En cambio, su
pueblo puede tener hasta 80 mil habitantes, la mayoría de los cuales son las
obreras, apenas viven entre 50 y 55 días en el verano; y durante la invernada,
de 3 a 4 meses.
Los zánganos, en cambio,
tienen que conformarse con una existencia de 3 a 4 meses, porque cuando termina
el verano y escasean las flores, ya no serán alimentados por sus hermanas y así
mueren de hambre.
Las obreras trabajan día
y noche; para juntar miel equivalente a una cucharita de té deben recorrer una
distancia aproximada de 4.000 kilómetros y posarse unos dos millones de veces.
La reina es de mayor tamaño, con un cuerpo
más alargado que el de la obrera y es la figura principal de su pueblo.
Solamente dos veces
en su vida ve brillar el sol (aunque las últimas investigaciones han demostrado
que no siempre es así): durante su vuelo nupcial, poco después de haber nacido
y ante una posible enjambrazón (multiplicación natural de la familia); además
se ha observado que cuando la reina advierte que le quedan pocas reservas de
semen en la espermateca, efectúa un nuevo vuelo nupcial.
Desde la primavera
y durante el verano, más parte de un otoño benigno, la reina pone entre 2.000 y
2.500 huevos diariamente, cantidad que sobrepasa el propio peso de su cuerpo.
Ahora, si así lo
desea, puede poner huevos fecundados o no fecundados.
De los primeros
nacen las obreras, que son abejas infértiles, es decir, no pueden procrear;
pero si estos huevos continúan siendo alimentados por las nodrizas con jalea
real hasta el 99 día, se transformarán en nuevas reinas. De los huevos no
fecundados siempre nacerán zánganos.
En cada familia
vive normalmente sólo una reina, pero con el manejo técnico actual, usando una
rejilla excluidora de reina, pueden vivir varias en la misma colmena.
Nuevas
investigaciones han mostrado que la reina produce una sustancia en una glándula
que se encuentra en su cabeza y que ella distribuye sobre todo su cuerpo.
Las nodrizas que
acompañan a la reina son las que se preocupan de ella constantemente, la
peinan, la alimentan, la cuidan y al mismo tiempo absorben en parte la esencia
real de ella, para distribuirla a toda la familia, como una verdadera
alimentación social.
De este producto y
su abundancia, depende básicamente la conducta general de toda la familia.
►LAS OBRERAS
Estas laboriosas
hijas de la reina demoran 21 días en nacer desde que es puesto el huevo y
prácticamente desde su nacimiento tienen la responsabilidad de ser las
trabajadoras de la familia.
Desde el 1° y hasta
el día 20 ó 21 de vida, las obreras se dedican al servicio interno de la
colmena y recién después de ese tiempo se desempeñan como recolectoras. En caso
de una emergencia, también las abejas de más edad ayudarán en la tarea.
LA OBRERA EN LA CONSTRUCCIÓN DEL PANAL
Entre las costillas
funciona la glándula que produce la cera en forma de láminas. Para obtener un
kilo de este producto necesitan un millón de láminas. Estas son levantadas con
las patas hacia la mandíbula (al mecanismo de masticación).
El grueso de las
celdas de los panales es apenas la tercera parte de un milímetro. Las celdas
están reforzadas en los bordes, para que las abejas que caminan sobre ellas no
las aplasten.
Las abejas, de
acuerdo con su edad, ejecutan diferentes trabajos: fabricantes de cera,
actividades de nodrizas, de policía, aseo de la colmena, constructoras de
panales, abastecen a la familia de agua y alimentos de polen y miel, recolectan
propóleos, fabrican jalea real, ventilan la colmena y ayudan a la fabricación
de miel; alimentan a las crías, a la reina y a los zánganos.
No siempre se
pueden afirmar las actividades múltiples de las abejas, también hay algunas –pero pocas- que manifiestan cierta flojera y en algunas
oportunidades roban miel a las colmenas más pobres y débiles.
CURIOSIDAD: SIETE VECES ALREDEDOR DE LA TIERRA
La abeja que
regresa a la colmena ya no trae polen, sino néctar.
El estómago del
insecto es un estómago social pues allí recoge el néctar que necesita su
familia, pasando la reserva alimenticia personal directamente al intestino. El
camino del néctar a la miel es muy largo.
Para obtener una
cucharadita de miel, necesita volar un trayecto tan largo como el que hay de
Arica a Magallanes, realizando a su vez millones de aterrizajes intermedios.
Para obtener un
gramo de miel, la abeja necesita visitar de 6.000 a 8.000 flores.
El néctar es
líquido, lo que hace necesario que las abejas eliminen el exceso de humedad, en
un proceso en que además le agregan algunos elementos nutritivos de sus
glándulas salivales, que dan a la miel consistencia y la hacen saludable.
Una vez que una
celda está llena de miel, será cubierta con una tapa de cera, así la miel podrá
durar muchos años.
En la Edad
Media, la miel era el único
alimento utilizado para endulzar diferentes productos, hasta que el azúcar de
caña entró al mercado. La verdad es que estos datos son totalmente distintos a los que subo en mi blog de viajes, pero no podía quedarme con toda la información recabada , sin compartirla, debido a que este " descubrimiento , " fue algo insólito que sucedió en un viaje
Y como me dijo Erik, el apicultor de Bs As , con el que hable por teléfono
"QUÉ GENIAL HALLAZGO"
Eso mismo, pensé yo, al ver este panal en un lugar tan insólito
Hablé con mi amigo, a ver si puede salvar a esas abejas del invierno , que las podría matar.
Como siempre.... ha sido un placer comunicarme con ustedes, esta vez, narrando una historia totalmente diferente a lo que suelo hacer
Continuaremos viajando por el mundo y la idea es continuar hallando genialidades, que el mundo nos brinda, si estamos atentos
Buenas tardes:
Lo recomendado en estos casos es la realización del llamado "trasiego" que consiste en trasladar los panales rudimentarios a material estándar:
.Los pasos son los siguientes:
una vez colocado el equipo de protección(buzo , máscara y guantes) con le ahumador prendido, se van cortando los panales con cuidado y se cortan a las dimensiones de un cuadro estandar (se colocan primero los panales con cría y luego aquellos que contienen las reservas (miel y polen) . Luego estos panales se van colocando dentro de un alza estandar con piso, entretapa y techo, dejando todo al lado de donde se encontraba la colmena rústica, es posible que durante el proceso identifique la abeja reina (en dicho caso la puede tomar con la mano del tórax con cuidado y colocar dentro de la colmena donde puso los panales de cría, caso contrario como va a dejar la colmena cerca la reina se desplazara hacia el nido de cría atendiendo el llamado de las nodrizas. Luego cierre la colmena y aguarde unos días para su traslado, para lo cual cerrará la piquera con una goma espuma o bien con una malla mosquitera y la llevará a su nuevo lugar de asentamiento.
Espero haber sido de utilidad,
Atentamente
Aníbal
Coordinación de Apicultura
Dirección de Desarrollo Productivo Regional
Subsecretaría de Desarrollo de Economías Regionales
Secretaría de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Regional